La batalla por el futuro de Vicentin ingresó en su etapa definitoria. Tras la presentación de sus propuestas en el marco del proceso de cram down, Grassi S.A. y el consorcio integrado por Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC) se declararon ganadores en la puja por el control de la agroindustrial santafesina.
Ahora, todas las miradas están puestas en el juez Fabián Lorenzini, quien deberá determinar quién quedará al frente de la compañía.Desde Grassi aseguraron haber alcanzado “mayorías contundentes” entre los acreedores. Mariano Grassi se mostró confiado y prometió “tiempos buenísimos” para la firma en caso de que se confirme su propuesta, con la idea de potenciar la productividad y estabilizar la operación.
Por su parte, Molinos Agro y LDC afirmaron haber obtenido un respaldo mayoritario aún más amplio. Sostuvieron que superaron las 1.180 adhesiones y lograron alrededor del 70% del capital verificado, lo que, según la alianza, respalda su derecho a conducir la “Nueva Vicentin”.
“Reafirmamos nuestro compromiso con el futuro de la empresa y sus trabajadores”, expresaron.
La definición no solo determinará el destino empresarial de Vicentin, sino que también impactará en las 250 familias vinculadas a sus operaciones y en el mapa agroindustrial argentino.
La resolución judicial se espera en los próximos días.
