Esta semana finalizó una obra clave para la producción y la conectividad regional: seis kilómetros de ripio que unen la Ruta Nacional N°11 con la Ruta Provincial N°31, fortaleciendo el vínculo entre Avellaneda y Guadalupe Norte. La ejecución fue posible gracias al trabajo conjunto entre la Provincia de Santa Fe, la Municipalidad de Avellaneda y productores locales. El intendente Gonzalo Braidot destacó que la Provincia aportó $270 millones en materiales, el Municipio más de $150 millones en equipamiento y mano de obra, y el sector privado realizó un valioso aporte que permitió completar el proyecto.
El secretario de Producción y Desarrollo, Gustavo Vénica, subrayó la importancia de la obra al señalar que “estos caminos mejoran la conexión rural y hacen más eficiente la salida de la producción”. La intervención se enmarca en el programa Caminos Productivos, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de Santa Fe, que busca mejorar la transitabilidad rural y potenciar la vinculación entre las zonas productivas y las rutas principales.
Desde el punto de vista técnico, el secretario de Servicios Públicos, Diego Gallard, explicó que se elevó un metro el nivel del camino, se limpiaron cunetas y se colocaron nuevos tubos para optimizar el escurrimiento del agua. Además, se consolidó una calzada de cinco metros de ancho con piedra, alcanzando una resistencia de 120 kg por metro cuadrado, lo que garantiza durabilidad y mejores condiciones de tránsito.
